El temor de una mirada oculta entre la maleza.
El temblor de una gota alterando la superficie.
Unos pasos tambaleantes resonando en el interior de una caverna.
Unos pies desnudos en contacto con la tierra.
Un alarido penetrante llevado por el viento.
Una cálida ráfaga de fuego que envuelve el cielo en llamas.
Un rostro cubierto por los huesos de lo que una vez fue todo.
Una lágrima que colma el vaso y se desliza ardiendo por el cuello.
Unas semillas creciendo dentro del pecho, floreciendo un cuerpo malherido.
El claror de una luz que ilumina un destino por cambiar.
El clamor de un mal presagio cuando pisas el vacío y te precipitas.
Un banco de niebla que opaca nuestras decisiones.
Un suspiro despreocupado al alcanzar la meta.
Un placer escalofriante que libera los sentidos.
Un miedo que atenaza el cuerpo.
Un desliz causante de perderse en uno mismo.
Un amor, un sueño, un llanto, un fracaso, un brazo firme que sostiene un descubrimiento.
Una explosión de pensamientos expandiendo una mente, resurgiendo en un sinfin de plumas preparadas para alzar el vuelo.
Un ser.